En marzo de 2013 se conmemora el noveno aniversario del pogromo (devastación) de serbios en Kosovo y Metohia, cuando en una ola de violencia en su contra, entre los días 17 y 19 de marzo de 2004 fueron asesinadas 19 personas, heridas 954 y expulsados más de 4000 Serbios. Fueron destruidas o completamente queimadas 35 iglesias y monasterios de la Iglesia ortodoxa serbia, incluso destruyeron 18 monumentos de cultura, como el Monasterio de Nuestra Señora Ljeviska en Prizren del siglo 14, entre otros. Fueron destruidos 72 vehículos de la ONU, seis ciudades y nueve pueblos sufrieron "limpieza étnica", así como 935 casas serbias y 10 edificios públicos también fueron destruidos o quemados.
El motivo o excusa para el pogromo fue una campaña de los medios en idioma albanes que acusaron a los serbios locales de haber conducido a través de rio Ibar, a un grupo de niños albaneses del pueblo Cabar cerca de Zubin Potok, en donde se ahogaron. La investigación de la policía de la ONU - UNMIK estableció que las acusaciones fueron falsas, y que ese trágico evento fue usado para limpieza étnica de los serbios.
Después del pogromo contra los serbios, fueron arrestados 270 albaneses, entre los cuales 143 fueron condenados, 67 de ellos con prisión y a la mayoría con una multa financiera. Desafortunadamente, los actores más importantes de este pogromo, que pertenecían a las estructuras políticas y eran parte del ex OVK (Ejército de Liberación de Kosovo), hasta hoy no fueron apresados ni juzgados.
Estos ataques de los extremistas albaneses hacia los serbios, fueron condenados por el Consejo de Seguridad de la ONU y la Unión Europea, y la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa adopto el 29 de abril de 2004 una resolución relativa a estos eventos trágicos.
Nueve años después de la expulsión de serbios en marzo de 2004, la mayoría de las víctimas de pogromo todavía no ha regresado a sus casas, muchos de ellos se encuentran hasta hoy en los centros colectivos, y en casas alejadas en el estatus de personas internamente desalojadas.
La Oficina para Kosovo y Metohia del Gobierno de la República de Serbia organiza este año una serie de actividades, bajo el lema “Crimen sin castigo“, con el objeto de recordarle al público nacional e internacional este crimen que fue cometido el 17 y 18 de marzo de 2004 en esta provincia serbia, contra los serbios y otros no albaneses.
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